En una reciente entrevista con el comentarista y analista político Tucker Carlson, al tratar el tema de Israel, el Senador Republicano Ted Cruz de Texas, afirmó: "Cuando vine al Senado resolví que yo sería el principal defensor de Israel." Cuando Tucker le preguntó por qué, Ted Cruz respondió: "Al crecer, en la Escuela Dominical, me enseñaron de la Biblia que aquellos que bendicen a Israel serán bendecidos y aquellos que maldicen a Israel serán maldecidos. Quiero estar en el lado de la bendición..." Aunque no pudo indicar en qué parte de la Biblia decía esto, añadió con firmeza: "¿De dónde viene mi apoyo a Israel? Número uno, porque bíblicamente se nos ordena apoyar a Israel..." Y así como Ted Cruz una gran mayoría de congresistas y políticos estadounidenses toman decisiones en favor del estado sionista de Israel por motivos religiosos, con base en lo que les han enseñado en sus iglesias evangélicas dispensacionalistas.
A esto se suma la fuerte influencia que poderosas organizaciones en pro de Israel como el AIPAC (American Israel Public Affairs Committee) y la ADL (Anti-Defamation League), por mencionar las más conocidas, ejercen sobre estos miembros del Congreso estadounidense, las cuales invierten grandes sumas de dinero en sus campañas electorales y en llevarlos a Israel. El congresista republicano Thomas Massie, también en una entrevista con Tucker Carlson el año pasado, dijo: "Todo el mundo, menos yo, tiene una persona de AIPAC... [Esa persona] es como una niñera que siempre te habla en favor de AIPAC. Así es como funciona en el lado republicano y cuando [los nuevos congresistas] vienen a DC [Washington], van a almorzar con ellos, y ellos tienen tu número de celular y tienes conversaciones con ellos..." Según Massie, a cada congresista se le asigna un representante de AIPAC. Así es como más del 90% de los miembros de la Casa de Representantes y el Senado se declaran abiertamente como "sionistas" y exhiben una bandera israelí en las puertas de sus oficinas en Washington. Algo similar sucede con los miembros del gabinete de Trump.
Lo más preocupante es que estos líderes políticos, de acuerdo con sus creencias religiosas, favorecen al Estado de Israel y aprueban leyes que declaran cualquier oposición a las políticas genocidas de Israel contra los palestinos como "antisemitismo." Esto es sin lugar a dudas una señal de alarma que debería provocar una total desaprobación y condena de parte de todos los que creen en la separación de la religión y el estado. La política externa e interna de los Estados Unidos debe decidirse de acuerdo con la Constitución y no según las creencias religiosas de sus líderes políticos.
Pero volviendo al argumento esgrimido por el Senador Ted Cruz de que la Biblia ordena apoyar a Israel es necesario hacer un análisis del pasaje bíblico al cual se refirió pues no sólo así cree erróneamente este senador sino también millones de creyentes. El texto en cuestión se encuentra al comienzo del capítulo 12 de Génesis:
Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. (versículos 1-3).
Estas palabras son parte del relato bíblico sobre el llamado de Abram, o Abraham como se le llamó más tarde, y como podemos ver, en ninguna parte de este pasaje se menciona la palabra "Israel". Las palabras fueron dirigidas a Abraham, el antepasado tanto de judíos a través de su hijo Isaac, padre de Jacob y de Esaú, así como de los ismaelitas, descendientes de Ismael, el primer hijo de Abraham a través de la esclava de Sara llamada Agar. Según Génesis 25:1-4, Abraham incluso tuvo otros hijos de Cetura, otra esposa que tuvo después de la muerte de Sara, así como de varias concubinas. Así que los descendientes de Abraham no fueron sólo los judíos, y por lo tanto creer que las palabras de Génesis 12:1-3 se aplican al Israel moderno, fundado en 1948, es leer algo que ese texto no indica. Tampoco dice allí que los cristianos están obligados a "bendecir" (lo que sea que esta palabra signifique) a Israel como afirmó Ted Cruz.
El problema con leer el moderno Israel en esas palabras de Génesis es que se viola una importante regla de la hermenéutica o interpretación bíblica. Esa regla fue usada por los cristianos a través de los siglos para entender la relación entre el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. De acuerdo con este principio, el Antiguo Testamento debe ser interpretado a la luz del Nuevo Testamento. O sea que nada de lo que dice el Antiguo Testamento se debe aplicar sin tomar en cuenta lo que dice el Nuevo. Es por eso que los cristianos no observan las leyes y rituales dados a los judíos y en cambio afirman que las promesas hechas al antiguo Israel tuvieron su cumplimiento en Cristo. El Nuevo Testamento declara en varios lugares que Cristo cumplió todo el Antiguo Testamento, que el pueblo de Dios ya no es Israel sino la iglesia cristiana, y que la iglesia incluye tanto a judíos como gentiles, etc., etc.
Sin embargo, que personas como Ted Cruz crean que los judíos modernos son el pueblo escogido y que se debe apoyar a Israel a todo costo, a pesar de las masacres y crueldades que comete diariamente contra sus vecinos y el pueblo palestino en particular, se debe principalmente a las falsas enseñanzas del Dispensacionalismo que se predican desde muchos púlpitos cristianos. Esto es muy indignante y deplorable porque debido a estas creencias erróneas se le da licencia y apoyo a una entidad que nada tiene que ver con profecías bíblicas, una entidad que menosprecia la vida humana matando sin misericordia, día tras día con total impunidad, a la población indígena de Gaza y Cisjordania en plena vista de todo el mundo. De esta manera, millones de creyentes se han convertido en cómplices del genocidio que Israel está llevando a cabo contra los palestinos.
En conclusión, creer que el Israel moderno es lo mismo que el Israel bíblico, y que por lo tanto hay que apoyarlo incondicionalmente, tal vez no sería preocupante si no fuera por las consecuencias trágicas e inhumanas de tal creencia como son la aniquilación y el exterminio de un pueblo y una cultura que han existido en Palestina por siglos. Y esto ha venido sucediendo no sólo después del 7 de octubre de 2023 sino desde la misma fundación del Estado de Israel en 1948, con el apoyo de poderes imperiales como los Estados Unidos y sus aliados, así como la bendición de millones de creyentes que equivocadamente creen que al apoyar y orar por Israel apresurarán la venida de Cristo y el fin del mundo
Horrores como los que están sucediendo cada día en Gaza no deberían ser tolerados por la comunidad internacional. Si hubiera verdadera justicia en este mundo, los genocidas líderes del Estado de Israel y sus cómplices en los gobiernos que los apoyan deberían ser llevados más pronto que tarde ante una verdadera corte internacional de justicia (no como la actual) para que sean juzgados por crímenes de lesa humanidad y genocidio, y así hacer justicia a los miles, tal vez millones, de personas que han sido asesinados en este holocausto.